lunes, 16 de septiembre de 2013

Dcode 2013 o cómo Franz Ferdinand demostró quien manda

Un año más, Dcode Festival volvía a Madrid con un buen cartel (otro año más) que mezclaba artistas tanto nacionales como internacionales del panorama
indie.





Mi crónica da comienzo sobre las 20:00 con Love of Lesbian. Su concierto lo podría resumir de la siguiente forma: todo lo que consiguieron con 1999, discazo y buen directo, lo han perdido con el nuevo disco. Una pena.
Apenas hubo momentos de lucidez con John Boy, Algunas Plantas, Me amo o la subida al escenario de Amaral para cantar Segundo asalto, que recordaron tiempos mejores en los que uno iba a sus conciertos para vivir una experiencia que muy pocos grupos pueden ofrecer, pero parece que todo eso acabó (espero equivocarme de cara al futuro), una lástima la verdad...

Inmediatamente después de los lesbianos, Foals entraba en pista. Grupo de moda en el panorama indie que suenan igual que en el disco por tanto no decepcionaron. Lo única pega es que sus canciones son demasiado largas para la duración de los conciertos en un festi, por lo que Foals supo a poco. No faltaron los ya emblemas de la banda como My Number o Spanish Sahara.

Eran las 22:20 cuando Vampire Weekend tocaban sus primeros acordes bajo un fondo de flores estampadas. Grupo sin excentricidades que sabe cumplir y no decepcionar. Bastante decentes en directo. Sonaron exitazos como A-Punk u Horchata. Personalmente me llamó la atención lo bien que sonaron en directo las canciones más lentas, como Ya Hey. Volvería a repetir sin dudarlo.

A continuación llegamos a uno de los momentazos de la noche. Muy criticada por muchos por aparecer en el cartel de este año, Amaral calló bocas, una vez más. Personalmente, era la segunda vez que la veía en directo, y fue un verdadero placer igual que la primera vez.
Entrada al escenario con la voz de Nico cantando All Tomorrow's Parties de fondo que dio paso a una serie de canciones que hicieron botar a la muchedumbre expectante que disfrutaba con cada nota, yo incluido. Clásicos como Kamikaze o El Universo sobre mí (una de las mejores canciones que ha dado la música española), se mezclaban con canciones del buen último LP como Hacia lo Salvaje o Esperando un resplandor. Dio tiempo incluso a presentar una nueva canción: Unas veces se gana y otras se pierde, y a cerrar el conciertazo con una versión de Revolución en la que no faltó el estribillo de Heroes de Bowie.

Y por último, para cerrar la crítica, que mejor que con el "heroe" de la noche: Franz Ferdinand. En hora y media, bis incluido, demostró que es uno de los grupos que manda en el panorama musical actual. Su nuevo disco ya era bueno por si solo pero en directo le da incluso más fuerza y se vuelve increíble.
Estribillos pegadizos unidos a unos acordes de guitarra casi parecidos en muchas de sus canciones, constituyen la fórmula de esta grupo con la que consiguen hacer saltar y disfrutar a todo el respetable.
Do You Want To o Right Action entre otras, son las canciones que elevaron los pies una vez tras otra como si no hubiera un mañana.
Pero si había un momento que esperaba la gente y que yo personalmente también esperaba desde aquella tarde en la Plaza del Trigo con Supersubmarina en el pasado Sonorama, era oír los primeros acordes de Take Me Out. Acordes que fueron el pistoletazo de salida para sacar toda la euforia que a uno le queda dentro y compartirla con el resto de gente a base de dejarse la voz y el cuerpo en cada nota. Algo mágico.

En general buen festival y buen cartel. Esperemos la misma calidad para el año que viene pero con un recinto más grande y más días a ser posible.

Disfruten y critiquen.